"La luz debe considerarse como un elemento integral y fundamental del diseño arquitectónico y urbanístico de una ciudad. Gracias a ella, el ojo capta las imágenes que proyecta en la retina y que son las verdaderas portadoras de la información que precisa procesar el cerebro para transmitirnos las sensaciones que nos ayudan a dar significado a las cosas: la forma, el tamaño, la orientación, el color y la textura como componentes básicos de cualquier composición. La luz es, en definitiva, la esencia misma de los espacios y por tanto del arte, de la arquitectura y del paisaje."